miércoles, 13 de octubre de 2010

Antecesores

Algunas veces me pongo un poco raro. Mucha gente lo hace, no pretendo patente sobre este hecho, sólo quiero decir que, a veces, me pongo raro. Y cuando esto sucede, en ocasiones, escribo algunas cosas que luego me parecen raras. Un poco al estilo Hegel (si conocen la anécdota me entenderán, si no, lo lamento, no quiero desviarme hacia... bueno, no quiero desviarme).

Un escrito que rescato de la región de la raridad es el siguiente, producido en algún momento hacia finales del año 2009:

"Antecesores

En la oscuridad, ¿recuerdo?, las miles de generaciones humanas.

Siento su hambre, su enfermedad, su muerte, su temor, su dolor y sufrimiento.

Siento su invención, su creación, su trabajo, su risa, su alegría, su amor y su dicha.

Siento su grandeza y su ruindad, su muerte y su eternidad.

En la oscuridad quiero enlazarlas con un abrazo inconcebible de compasión.

Por todos los que han sido... En una conmoción inexplicable pido...

Pido por los antecesores.

Pido, ¿al universo?, comprensión para ellos.

Pido alguna forma de justicia para ellos.

Pido, ¿a Dios?, amor para ellos.

Como si estuvieran presentes, pido todo para ellos.

Siento transitar la historia en alguna parte de mí que no soy yo.

Y agradezco..."

Anónimo